También seguirán en prisión el italiano Francesco Giorgi, compañero sentimental de Kaili y asistente en el Parlamento Europeo y el antiguo eurodiputado socialdemócrata italiano Pier Antonio Panzeri.
El tribunal correccional de primera instancia de Bruselas decidió este jueves mantener en prisión a dos de los cuatro detenidos en Bélgica por la presunta trama de sobornos que salpica a Qatar y al Parlamento Europeo, además de imponer un brazalete electrónico a un tercero y retrasar al día 22 la vista de la eurodiputada griega Eva Kaili.
La destituida vicepresidenta de la Eurocámara, de 44 años, no acudió a la audiencia celebrada este miércoles en el Palacio de Justicia de Bruselas debido a una huelga de funcionarios judiciales en Bélgica, motivo por el que su defensa solicitó un aplazamiento. Hasta entonces, Kaili seguirá en la cárcel de Harem de Bruselas en la que la política socialdemócrata se encuentra en prisión preventiva e imputada por presunta participación en organización criminal, blanqueo de capitales y corrupción en relación con un país árabe.
Los otros dos imputados, a quienes el juez denegó la puesta en libertad, permanecerán por ahora en el centro penitenciario bruselense de Saint-Gilles, donde se encontraban detenidos desde que el viernes empezaron las redadas policiales y fueron arrestados. Seguirán en prisión el italiano Francesco Giorgi, compañero sentimental de Kaili y asistente en el Parlamento Europeo, y también el antiguo eurodiputado socialdemócrata italiano Pier Antonio Panzeri, fundador y presidente de la ONG Fight Impunity (Lucha contra la Impunidad). Podrán solicitar de nuevo su puesta en libertad en el plazo de un mes, según indicaron a EFE fuentes de la defensa.
En cambio, el “lobista” y secretario general de la ONG No Peace No Justice (Sin paz no hay justicia), Niccolo Figa-Talamanca, no tendrá que permanecer en prisión pero se le obliga a llevar un brazalete electrónico, según un comunicado difundido por la Fiscalía belga que identifica a los imputados con siglas. Los tres varones comparecieron este miércoles ante el juez en una vista a puerta cerrada que arrancó con retraso hacia las 13.15 hora local y en la que no se vio ni entrar ni salir de la sala a los acusados, que fueron directamente trasladados desde prisión hasta el juzgado.
Pese a la ausencia de Kaili, su letrado griego Mijalis Dimitrakópulos había asegurado a la televisión helena OPEN que su clienta se declaraba inocente, pese a que la policía encontró en su domicilio y en el de Panzieri más de un millón y medio de euros en metálico en una operación en la que también se han decomisado teléfonos y equipos informáticos.
Además, las autoridades belgas sorprendieron al padre de Kaili saliendo de un hotel de Bruselas con bolsas llenas de dinero, circunstancia que sirvió para considerar que la eurodiputada estaba cometiendo un delito “flagrante”, lo que permitía a la policía intervenir pese a que esta goza de inmunidad parlamentaria.