El sábado se reportó el corte de importantes cables de comunicación que provocó la interrupción de los servicios ferroviarios. Los servicios estuvieron suspendidos durante tres horas y ocasionaron caos en los viajes de miles e pasajeros.
La operadora ferroviaria, Deutsche Bahn aseguró que el sistema fue víctima de un sabotaje. El ministro de Transportes, Volker Wissing, sostuvo las sospechas asegurando que fue “una acción dirigida y deliberada”. Los servicios de seguridad han comenzado las investigaciones, lo cual coloca al incidente como un posible delito de motivación política.
Según el informe que se ha emitido, los cortes se realizaron en Herne, en el estado occidental de Renania del Norte-Westfalia, y en Berlín, en el este, a unos 540 km de distancia. Muchas miembros del gobierno señalan a Rusia como responsable, luego de los ataques ocurridos en los gasoductos Nord Stream 1 y 2.