Cuatro inmigrantes que sufrieron la política de separación de familias de Trump presentaron su demanda contra el gobierno. La acusación se basa en el trauma que les habría ocasionado la medida al ser apartados de sus hijos.
Los demandantes son tres madres y un padre cuyos hijos fueron separados de ellos en el 2018. Las familias son representadas por el Centro de Educación y Servicios Legales para Refugiados e Inmigrantes (RAICES). Este bufete es liderado por los abogados Hogan Lovells y Lewis Roca.
Según la demanda, las familias fueron separadas sin aviso, sin información y sin plan de reunificación. Asimismo, aseguran que durante semanas el gobierno se negó a proporcionarles información, en una combinación entre ineptitud y crueldad.
La Administración Trump suspendió la medida en junio de 2018 en respuesta a una demanda interpuesta por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU). La medida fue criticada incluso por miembros del partido republicano. Se estima que fueron afectadas unas 5,000 familias.