El hombre que abrió fuego durante una recepción en una iglesia del sur de California, matando a una persona e hiriendo a cinco, fue detenido por los propios feligreses de la congregación y por un pastor.
“Mostraron lo que creemos que es un heroísmo y una valentía excepcionales al intervenir para detener al sospechoso. Sin duda evitaron que hubiera más muertos y heridos”, afirmó Jeff Hallock, oficial del Departamento del Sheriff del condado de Orange.
Jerry Chen, un miembro de la congregación de 72 años, escuchó una serie de disparos alrededor de la 1:30 de la tarde del domingo cuando entró a la cocina de la iglesia presbiteriana taiwanesa de Irvine, en Laguna Woods.
Un grupo de unos 40 feligreses se había reunido en el salón para almorzar después de un servicio matutino y homenajear a su expastor, Billy Chang, quien había servido en la iglesia durante 20 años. Chang regresó a Taiwán hace dos años, y esta era la primera vez que volvía a Estados Unidos.
“Acababan de terminar de almorzar”, contó Chen, “se estaban tomando fotos con Chang. Él marchó a la cocina y fue entonces cuando escuchó los disparos y salió corriendo.
Cuando el asesino se detuvo para recargar su arma, Chang lo golpeó en la cabeza con una silla; otras personas le quitaron el arma y luego le ataron con un cable eléctrico, según relató Chen.
“Fue increíble lo valientes que fueron”, dijo, “esto es muy triste. Nunca, nunca pensé que algo así sucedería en mi iglesia, en mi comunidad”.
El presunto asesino ha sido identificado como David Chou, de 68 años y vecino de Las Vegas, Nevada. Está acusado de un cargo de asesino y cinco de intento de asesinato.