El gobernador de Texas sigue en campaña contra los demócratas. DeSantis tomó su modelo y envió a Massachusetts dos aviones con personas que llegaron a La Florida.
Como parte de su escalada en la confrontación con la administración Biden, el republicano Greg Abbott sorprendió este jueves a la Casa Blanca. El gobernador de Texas innovó con su operativo propagandístico contra la política migratoria del gobierno demócrata y envió a un grupo de migrantes desde la ciudad de Eagle Pass a la casa de la vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris, en Washington DC.
Según la información difundida, entre 75 y 100 personas que fueron detenidas en Eagle Pass, en la frontera con México, fueron trasladadas hasta el Observatorio Naval donde vive Harris en Washington. Entre los migrantes hay personas que provienen de Venezuela, Uruguay, Colombia y México, aunque la mayoría son venezolanos. Varios migrantes, consultados por Fox News Digital, dijeron que creen que la frontera está abierta, al contrario de lo que dijo Harris el domingo durante una entrevista.
La noticia, que tuvo amplia cobertura de Fox, fue revelada por el propio Abbott a través de las redes sociales. “Esta mañana, dos autobuses de migrantes de Texas llegaron al Observatorio Naval en DC. La vicepresidente Harris afirma que nuestra frontera es “segura” y niega la crisis. Estamos enviando migrantes a su patio trasero para pedirle a la Administración Biden que haga su trabajo y asegure la frontera”, escribió el gobernador republicano.
La elección de Kamala como blanco de sus críticas y destinataria de los autobuses que llegan desde Texas no es casual. La vicepresidenta es una de las caras de la política migratoria de Biden. Tenía a su cargo atender un problema de difícil solución en un contexto en el que la llegada de inmigrantes parece incontenible. Sus límites son los de la administración Biden en la materia.
Lanzado a la campaña para lograr su tercera reelección como mandatario en un Estado que tiene 2000 kilómetros de frontera con México, Abbott está decidido a presentarse como un cruzado contra los inmigrantes. Desde hace meses, en un gesto publicitario que logró nacionalizar su figura, eligió la modalidad de enviar a cientos de personas a ciudades donde gobiernan demócratas, en rechazo a la política migratoria de Biden.
La moda que impuso Abbott fue replicada después por otros dos republicanos aliados, el gobernador de Arizona, Doug Ducey y el de Florida, Ron DeSantis. A meses de las elecciones de medio término, los tres comenzaron a trasladar migrantes a Washington DC, Nueva York, Chicago y ahora a Massachusetts.
El último convoy de autobuses procedente de Texas llegó a Washington pocas horas después de que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, cumpliera una promesa similar y enviara dos aviones llenos de inmigrantes ilegales a Martha’s Vineyard, un sitio exclusivo donde vacacionan famosos en el estado demócrata de Massachusetts, en la costa este de Estados Unidos. Un representante de una organización no gubernamental llamada Sanctuary DMV se presentó y les dijo a los migrantes que irían a una iglesia local.