El FBI identificó a Malik Faisal Akram, un ciudadano británico de 44 años, como el responsable de la toma de rehenes en una sinagoga del estado de Texas este sábado. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó el incidente como un “acto de terrorismo”. Además, aparentemente, confirmó que el atacante, quien posteriormente murió, exigía la liberación de la terrorista convicta Aafia Siddiqui.
Akram irrumpió el sábado en una sinagoga en Colleyville, en el estado de Texas, y tomó a varias personas como rehenes. Los miembros de la congregación Beth Israel se encontraban en pleno servicio de Sabbat cuando el hombre irrumpió.
Ante esto, las autoridades de Estados Unidos activaron el domingo una investigación de “alcance mundial” sobre el sospechoso. En un momento dado, el enfrentamiento involucró a unos 200 agentes de la ley locales, estatales y federales que se concentraron alrededor de la congregación.
Uno de los rehenes fue liberado al principio del enfrentamiento. Esto llegó después de horas de lo que, según la policía, fueron extensas negociaciones con el sospechoso, un equipo SWAT de élite irrumpió en la sinagoga.
Posteriormente, los otros tres fueron liberados ilesos el sábado por la noche, lo que provocó alivio. Ante esto, la comunidad judía y el presidente Joe Biden renovaron sus llamamientos contra el antisemitismo.
“Este fue un acto de terrorismo” que estaba relacionado con “alguien que fue detenido hace 15 años y ha estado en la cárcel durante 10”, dijo Biden desde Filadelfia.
Aparentemente, el delincuente cometió el acto buscando la liberación de la terrorista Aafia Siddiqui. Esta es una científica paquistaní que en 2010 fue condenada a 86 años de prisión por el intento de asesinato de funcionarios estadounidenses en Afganistán. Además, fue la primera mujer sospechosa de tener vínculos con la red yihadista Al Qaeda en ser detenida en Estados Unidos, lo que le valió el apodo de “Lady Al Qaida”. Siddiqui está actualmente recluida en una prisión de Fort Worth, Texas.
El abogado de la paquistaní dijo que ella “no tiene absolutamente ninguna implicación” en la situación de los rehenes y condenó el incidente.
La policía no dijo si el equipo de asalto mató al hombre o si éste se suicidó. “Investigaremos al secuestrador y a su contacto”, declaró el agente especial del FBI Matt DeSarno a los periodistas en la pequeña ciudad texana de Colleysville, a unos 40 kilómetros al noroeste de Dallas, tras el final del enfrentamiento.
Las sinagogas de varias ciudades de Estados Unidos aumentaron la seguridad tras el atentado, aunque las autoridades dijeron que no creían que el incidente formara parte de una amenaza global.
El presidente Joe Biden prometió “oponerse al antisemitismo y al aumento del extremismo en este país”.