Tribunal Supremo de Estados Unidos falló en limitar a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) sobre la regulación de gases contaminantes.
Según la sentencia, redactada por John Roberts, presidente del Tribunal y, apoyada por otros jueces conservadores, la ley de Aire Limpio no ofrece a la EPA amplia autoridad para regular emisiones de plantas ya construidas.