Myrtle Brown se dirigió a sala de emergencias del King’s County Hospital en Brooklyn, eso fue lo último que se supo de ella. La joven de 35 años se encontraba en Nueva York en 1990 cuando le robaron su bolso, en donde tenía su medicación para la epilepsia que sufría.
Cuando comenzó a sentirse mal, llamó a su familia para comunicar que se dirigiría al centro médico. Durante semanas su familia estuvo buscándola en hospitales y comisaría sin poder encontrar algún rastro. Su hija, Eboney quien tenía 13 años, aseguró que sentía a su madre rara.
Luego de 32 años de la desaparición de su hermana, Robert Brown, se encontraba viendo el programa “Nightly News con Lester Holt”. En este presentaban a un equipo de médicos y antropólogos forenses que se dedicaban a resolver casos cerrados en la Oficina del Médico Forense Jefe de la ciudad de Nueva York.
En el programa se mostró la reconstrucción facial en modelo de arcilla de una víctima cuya identidad nunca fue identificada. Al ver el parecido con su hermana, Robert decidió contactarse con el equipo forense y quien lo dirige, la doctora Angela Soler.
Luego de meses de trabajo, se llegó a la conclusión que no se trataba de Myrtle, pero el equipo continuo con el caso. Revisando los registro, encontraron el de una mujer que cumplía con todas las características del caso. Soler se comunicó con Robert y Eboney, quienes pudieron reconocer la fotografía que se tomó del cadáver en 1990.
Según el registro, Myrtle nunca fue admitida en el King’s County Hospital, mientras esperaba tuvo una convulsión que acabó con su vida. Dado que la mujer había perdido su identificación con su bolso, solo fue anotado su nombre y fecha de nacimiento. 32 años después, la familia pudo realizar un memorial en paz.