El presidente Joe Biden ha reconocido que es poco lo que puede hacer sobre el control de armas sin el apoyo de los republicanos en el Congreso, para detener los tiroteos masivos que ocurren en Estados Unidos con una frecuencia alarmante.
Durante su viaje a Buffalo, Nueva York, tras el tiroteo en una tienda de comestibles de esa ciudad, el presidente mencionó que no había mucho que él pudiese implementar para reforzar las medidas de control de armas. Y señaló que, en su lugar, tenía que convencer al Congreso para que aprobara leyes como la prohibición de las armas de asalto de 1994.
Después del atentado en una escuela primaria de Uvalde, en Texas, un Biden visiblemente conmovido pidió al Congreso tomar acción; pero las propuestas para ajustar las leyes de control de armas enfrentan grandes dificultades por la oposición republicana.
“¿Habrá más acciones ejecutivas y haremos más? Lo evaluaremos. Siempre buscamos hacer más”, afirmó este jueves la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. “Pero ahora mismo necesitamos la ayuda del Congreso. Necesitamos que intervengan”, añadió.
Las organizaciones de prevención de la violencia armada, como Everytown for Gun Safety y Brady, elogiaron las múltiples acciones que el presidente ha tomado en relación con las armas desde que asumió el cargo. Entre ellas, la de frenar el uso de las llamadas armas fantasma y reforzar los programas de intervención en la violencia comunitaria.
Pero hay varias medidas adicionales que dicen que les gustaría que Biden tomara.