Caroline Edward, policía del Capitolio, describió el 6 de enero como una “zona de guerra” en la que “se resbalaba en la sangre de la gente”, durante la primera audiencia del comité que investiga el asalto.
“Nunca en mi sueño más loco pensé como oficial de policía, como oficial de la ley, que me encontraría en medio de una batalla”, dijo Edwards, quien, pese a haber sufrido una lesión cerebral, el 6 de enero, siguió patrullando los alrededores de la sede parlamentaria evitando que muchos manifestantes entraran.
En su declaración dijo que ella no estaba “entrenada para el combate”, pero que ese día se tuvo que enfrentar a horas de “combate cuerpo a cuerpo”.