La empresa fue acusada por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de afirmar que su avión 737 MAX no presentaba riesgos, tras dos accidentes aéreos. Este jueves ambas partes llegaron a un acuerdo por el pago de una multa penal de más de $200 millones.
Mediante un comunicado, el presidente de la SEC, Gary Gensler, afirmó que: “En tiempos de crisis y tragedia, es especialmente importante que las empresas con operaciones en bolsa y los ejecutivos brinden información completa, justa y veraz a los mercados”. El ex gerente general de la empresa, Dennis Muilenburg, accedió a pagar un millón de dólares en multas.
En octubre de 2018 la falla en el software de vuelo MCAS provocó la caída del avión de Lion Air. Un incidente similar ocurrió en marzo de 2019 con un avión de Ethiopian Airlines. Las dos aeronaves eran modelos 737 MAX, y en ambos casos los pilotos no pudieron evitar el choque. En total fallecieron 346 personas en ambos accidentes.
La SEC recordó que tras el primer accidente, Boing y Muilenburg aseguraron que sus aviones eran tan seguros como cualquier otro, a pesar de conocer los problemas de seguridad. Luego del segundo accidente ambos volverían a mentir afirmando que no hubo errores ni vacíos en el proceso de certificación del MCAS.
La empresa accedió a pagar más de $2,500 millones incluyendo una multa penal de 243,6 millones y 500 millones para indemnización a los familiares de las víctimas. El acuerdo con el Departamento de justicia evitó a la empresa a ir a un juicio a cambio de estas multas bajo cargos de conspiración de fraude relacionados con el diseño defectuoso del avión.