La Justicia de Indiana permitió este miércoles que se sigan practicando abortos en el estado mientras se resuelve la cuestión judicial que deberá determinar si la ley que los prohíbe se ajusta a la constitución estatal.
La Corte Suprema del estado se posicionó así en contra del fiscal general de Indiana, Todd Rokita, quien había pedido que mientras se resuelve la cuestión de fondo, la ley entrase en vigor y se restringiese el acceso al aborto.
El pasado 22 de septiembre, una jueza estatal de Indiana bloqueó la ley de ese estado que prohíbe el aborto con excepciones muy limitadas y que había entrado en vigor una semana antes, tras lo que la fiscalía apeló ante la Corte Suprema del estado.
En su fallo, la magistrada Kelsey Hanlon consideró que, aunque el aborto no era legal en el momento en que la Constitución de Indiana se escribió, el lenguaje que contiene sugiere que “hay una probabilidad razonable” de que estén protegidas las decisiones sobre la planificación familiar, lo que incluiría interrumpir un embarazo.