El gobernador republicano de Arkansas, Asa Hutchinson , expresó su disposición a una conversación sobre el aumento de la edad mínima para comprar un rifle semiautomático de 18 a 21 años y armas estilo R-15 entre pláticas sobre la reforma de armas después del tiroteo mortal en Texas.
Hutchinson apoya un diálogo bipartidista entre un grupo de senadores estadounidenses para redactar una nueva legislación de control de armas. “Al menos tienes que tener una conversación sobre eso”, mencionó.
El gobernador de Arkansas es uno de un número creciente de republicanos que expresan su voluntad de reformar las armas después de la tragedia en Texas. Adam Kinzinger afirmó que era un defensor de la Segunda Enmienda, pero que estaba “cansado de ver los tiroteos masivos”; por ello, considera la prohibición de armas de asalto. El representante Chris Jacobs también señaló su interés en una prohibición.
Algunos republicanos aún dudan en promulgar leyes de reforma más estrictas, pero el límite de edad para comprar un rifle de asalto se ha convertido en un motivo para un posible compromiso.
El senador Chris Murphy tuiteó que “hoy he estado hablando por teléfono con senadores republicanos y demócratas tratando de encontrar el denominador común en un proyecto de ley sobre violencia armada”. “El senador Schumer nos ha dado poco más de una semana para encontrar un compromiso. Esta vez, el fracaso no puede ser una opción”, añadió.
El grupo bipartidista del Congreso se reunirá el martes a través de Zoom para tratar de llegar a un acuerdo sobre la legislación de armas, y los senadores posiblemente busquen comprometerse con el aumento de las verificaciones de antecedentes y las leyes de bandera roja.
Los republicanos todavía se encuentran presionando para obtener más apoyo para la salud mental y otras formas de combatir los tiroteos además del control de armas, un tema de conversación planteado por Hutchinson. El gobernador de Arkansas considera que la reforma del control de armas puede ser difícil, ya que se necesita evaluar qué leyes funcionan realmente para detener la violencia armada.
“¿El desafío con la discusión sobre la seguridad de las armas es lo que marca la diferencia?” preguntó. “Es difícil encontrar una solución”, expuso Hutchinson.