Estados Unidos se quedó a partir de este jueves sin trenes de pasajeros que operen en recorridos de larga distancia, ante el temor de que una posible huelga que empiece el viernes dejase a los viajeros parados a medio camino antes de llegar a sus destinos.
El principal operador ferroviario para pasajeros del país, Amtrak, informó de la decisión en un comunicado, en que explicó que se podrían seguir los mismos pasos para otros trenes de recorridos más cortos en las próximas horas si la posibilidad de una huelga no desaparece.
Lo curioso es que Amtrak y sus empleados no forman parte de la disputa laboral que podría derivar en huelga, pero sus trenes usan vías que son propiedad de empresas sí directamente implicadas en el conflicto y que dejarían de estar operativas en caso de huelga.
El presidente estadounidense, Joe Biden, está trabajando a contrarreloj para evitar la huelga del transporte ferroviario de mercancías, que podría provocar más interrupciones a la cadena de suministro e impactar negativamente en la economía.