Dos profesoras latinas fueron las víctimas mortales del tiroteo producido por Salvador Ramos, un joven de 18 años.
La primera en ser identificada fue la maestra Eva Mireles, de 44 años y que trabajaba como profesora de educación especial en el colegio Robb Elementary, donde tuvo lugar el tiroteo.
Mireles fue identificada en las redes sociales como una de las víctimas por la madre de una de sus exalumnas, Audrey García. La profesora tenía una hija tiene síndrome de Down, publicó en un mensaje en Twitter fotografías de la maestra de educación especial con su hija, y dijo que la educadora creía en las posibilidades de la pequeña y que hizo “todo lo posible” para ayudarla en su educación.
Mireles, que llevaba 17 años ejerciendo de docente, estaba casada con un agente de Policía de Uvalde, con quien tenía una hija en común.
Mireles fue una de las dos maestras que murieron en el tiroteo junto a 19 sus alumnos. Todos ellos se encontraban en la clase en la que se atrincheró el agresor, Salvador Ramos.
La otra maestra fallecida es Irma García, según indicó al canal televisivo NBC su hijo, Christian García.
La profesora llevaba 23 años ejerciendo de docente en el centro escolar y, según la versión de su hijo, se erigió en escudo humano para proteger a sus estudiantes durante el tiroteo.
García, casada y con cuatro hijos, fue finalista en 2019 junto a otros 18 profesores del área de San Antonio (Texas) del premio de la Universidad Trinity a la excelencia en la enseñanza.