El presidente estadounidense, Joe Biden, ha anunciado este martes la imposición de la primera ronda de sanciones económicas contra Rusia, con el objetivo de aislar a Moscú del sistema financiero occidental.
“Este es el principio de una invasión a Ucrania (…) Así que voy a comenzar a imponer sanciones como respuesta”, ha asegurado Biden durante una rueda de prensa desde la Casa Blanca. Además, el gobierno estadounidense impondrá sanciones a las instituciones financieras rusas, la deuda soberana y las élites del país y sus familiares. “Participan en los juegos corruptos de las políticas del Kremlin y también deberían compartir el dolor”, dijo Biden sobre las sanciones a las familias de élite de Rusia.
Asimismo, Biden señaló que “Putin no tiene derecho a hacer lo que está haciendo”, remarcando que es una violación clara del derecho internacional y avanzó que Estados Unidos va a aumentar su presencia militar en los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) si bien no quieren tener ningún enfrentamiento bélico con Rusia.
“Rusia no para de escalar esta situación. Ya hay más de 150.000 soldados rusos, tropas en Bielorrusia y están instalando milicias de ataque, maniobras en el Mar del Norte, submarinos, equipamiento militar, etc. No necesitas todo esto si no estás buscando empezar una guerra”, señaló e hizo hincapié en que “vamos a cumplir nuestros compromisos con la OTAN”.
El mandatario estadounidense dijo que iba a buscar una protección para las empresas y personas que podrían afectarse con la subida de precios: “Nuestra sanciones dañarán la economía rusa, no la estadounidense”.
“Aún podemos evitar el sufrimiento de miles de personas”, puntualizó Biden, aunque recalcó que van a juzgar a Rusia por “sus acciones y no por sus palabras”.
Las sanciones se producen poco después de que Rusia reconociese la independencia de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, y autorizara el envío de tropas rusas al Donbás.