El último intento del presidente estadounidense, Joe Biden, para proteger el derecho al voto fue rechazado este miércoles en el Senado a raíz del bloqueo unánime de la oposición republicana y las divisiones dentro de su propio partido.
Por un lado, los republicanos se negaron a considerar la gran reforma electoral usando una maniobra denominada filibusterismo. Con esta, no hay cabida a un debate de cualquier medida si no se reúne un mínimo de 60 votos.
Horas más tarde, el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, propuso un cambio en las reglas de esa cámara para restar poder al filibusterismo y conseguir que la medida fuera debatida.
Sin embargo, como se predecía, no consiguió reunir el apoyo que necesitaba entre sus filas.
Los senadores demócratas Kyrsten Sinema, de Arizona, y Joe Manchin, de Virginia Occidental, se unieron a los republicanos y votaron en contra de cambiar las reglas del juego.
El bloqueo republicano y las diferencias internas entre los demócratas suponen un revés para Biden, que hoy jueves cumple un año en el poder.
El proyecto que los demócratas querían aprobar en el Senado habría garantizado el derecho a la votación anticipada y el voto por correo, además de establecer que el día de las elecciones sea un feriado nacional, lo que podría aumentar la participación ya que EE.UU. siempre celebra los comicios en un martes laborable de noviembre.
Asimismo, permitiría al Departamento de Justicia supervisar cualquier cambio que se haga a las leyes electorales en estados que tienen un historial de discriminación contra las minorías raciales.
“Profundamente decepcionado”, dice Biden
Ante el rechazo, el presidente estadounidense dijo, a través de Twitter, que se sentía “profundamente decepcionado” por el fracaso de su gran reforma electoral.
“Estoy profundamente decepcionado de que el Senado no haya defendido nuestra democracia. Estoy decepcionado, pero no desalentado”, manifestó el mandatario.
Sin embargo, prometió que seguirá impulsando cambios que permitan proteger el derecho al sufragio en Estados Unidos y volvió a posicionarse a favor de una modificación de las reglas del Senado para restar poder al filibusterismo, algo que se había resistido a pedir hasta hace unos días.
La vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, que ejerce como presidenta del Senado, acudió a la votación en una señal de la importancia que la Administración da al tema.
En declaraciones a la prensa, prometió que ni ella ni el presidente “tirarán la toalla” y aseguró que proteger el derecho al voto es “fundamental” para la democracia estadounidense.
Trump, el supuesto fraude y las causas de la reforma
La actual batalla sobre el derecho al voto se produce porque en Estados Unidos no existe un sistema electoral central y cada estado fija sus propias normas electorales.
Durante la pandemia, muchos territorios flexibilizaron los requisitos para votar por correo o por adelantado, lo que provocó un récord de participación en los comicios de 2020 y alimentó teorías de conspiración por parte del entonces presidente, Donald Trump, y sus seguidores sobre un supuesto fraude masivo en las urnas. Cabe resaltar que este fue desestimado por los tribunales por falta de pruebas
En reacción, los republicanos han aprobado durante el último año 33 leyes en 19 estados que limitan el sufragio. Algunas de esas leyes hacen más difícil el voto por correo, acortan los plazos para acudir por anticipado a las urnas e incluso penalizan dar agua o comida a quienes a quienes esperan largas horas en fila para ejercer su derecho.