Activistas y familiares realizaron una protesta multitudinaria en la capital mexicana por el octavo aniversario de la tragedia de la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, en el sureño estado de Guerrero, que marcó la historia de México. “No nos van a callar”, aseguraron los padres de los jóvenes.
Centenares de estudiantes -no solo de la escuela rural de Guerrero, sino también de la capital y de procedentes de otras partes del país- y activistas acompañaron a los padres desde el emblemático Ángel de la Independencia hasta el Zócalo, donde se encuentra Palacio Nacional y, aunque encontraron edificios públicos blindados y comercios apuntalados, la marcha transcurrió tranquila con escasos conatos de violencia.
En el Zócalo los padres pronunciaron sus reclamos ante un micrófono, entre los cuales destacó la exigencia de pruebas científicas después de que el más reciente informe de la Comisión de la Verdad y la Justicia dijese que no hay indicios de que los estudiantes estén vivos.
“No hay indicios de vida pero no hay indicios de muerte“, dijo durante el mitin en el Zócalo Blanca Nava, madre de uno de los desaparecidos en septiembre de 2014, Jorge Álvarez Nava.
“No hemos parado desde hace ocho años en las calles y no nos han dado respuesta. Enrique Peña Nieto (presidente entre 2012 y 2018) nos engañó con la verdad histórica y yo le digo a este nuevo Gobierno que ya no se burlen de nosotras, que no se burlen del dolor y del sufrimiento. Queremos saber la verdad”, continuó la mujer.