La familia y los amigos de una víctima secuestrada y violada durante un ataque brutal dicen que no obtendrá justicia debido a un error de la oficina del fiscal de distrito del condado de Gwinnett.
Los fiscales admiten que no respondieron a una solicitud para transferir al sospechoso de regreso a Georgia y darle un juicio rápido.
Jokisha Brown escapó de su exnovio Alfredo Capote al saltar de un auto en movimiento para buscar ayuda en abril de 2016. El hombre fue acusado de múltiples delitos graves, incluidos secuestro, violación y robo a mano armada. Sin embargo, se dio a la fuga.
Tres meses después, el 1 de julio, un día antes de cumplir 36 años, Brown fue asesinada a tiros frente a un salón en el noreste de Atlanta. La policía llamó a Capote una “persona de interés” en su asesinato.
Después de una persecución nacional de un año, finalmente fue capturado en Luisiana y condenado por delitos financieros. Actualmente cumple una condena en una prisión federal, pero su liberación está prevista para junio.
La familia de Brown dice que fueron contactados por la oficina del fiscal de distrito del condado de Gwinnett la semana pasada y les dijeron que probablemente no podrían llevar a Capote a juicio. “Gwinnett dejó caer la pelota por todos lados”, dijo el amigo de Brown. “Solo queríamos ese día en la corte para buscar justicia para Kisha y el condado de Gwinnett era el siguiente paso”.
Asimismo, la fiscal de distrito, Patsy Austin-Gatson, dijo, en un comunicado a Channel 2 Action News, que “no se puede ubicar el papeleo, y lamentamos profundamente y pedimos disculpas a la familia de la víctima”.
El abogado de Capote presentó una moción para desestimar el caso y todos los cargos por falta de procesamiento. Según la ley, la documentación presentada y recibida por el D.A. de Gwinnett en julio de 2021 debía responderse en un plazo de 180 días. No obstante, ese plazo venció la última semana de enero.
Ahora un juez escuchará la moción para desestimar los cargos en marzo.
“La falta de acción sobre la Interstate Detainer pone en peligro nuestra capacidad para procesar el caso en Gwinnett para las víctimas”, dijo Austin-Gatson en su declaración. “La familia merece justicia, y esta desafortunada situación no refleja adecuadamente nuestro compromiso de perseguir y enjuiciar los casos como se nos acusa. Esta administración asume la responsabilidad y hemos establecido medidas de seguridad para evitar que ocurra algo así en el futuro”, añadió.
La investigación de homicidio por parte de la policía de Atlanta sigue abierta y Capote nunca ha sido acusado ni nombrado sospechoso del asesinato de Brown.