Dos exempleados de Amazon que desempeñaban sus labores en el estado de Georgia se declararon culpables de defraudar a la compañía por casi $10 millones.
Los acusados fueron identificados como Kayricka Wortham, de 31 años, y Demetrius Hines, de 35.
El fiscal federal, Ryan K. Buchanan, informó que ambos usaron sus cargos en la empresa para enviar facturas falsas a proveedores inexistentes, lo que provocó que Amazon pagara aproximadamente $9,4 millones a la pareja y a sus compañeros conspiradores.
Desde agosto del 2020 hasta marzo del 2022, Wortham trabajó como gerente de operaciones en el almacén de Amazon ubicado en la ciudad de Smyrna. Hines, por su parte, era responsable de prevenir pérdidas, monitorear los riesgos de seguridad y proteger a las personas, los productos y la información de la empresa.