Chick-fil-A, la compañía de pollo con sede en Atlanta, emitió una advertencia a la ciudadanía sobre el hallazgo de alérgenos no declarados en algunos alimentos del menú.
La empresa abordó los reclamos en su sitio web, afirmando que un proveedor había agregado involuntariamente una sustancia láctea a los filetes y nuggets.
“La seguridad y la calidad de los alimentos son nuestras principales prioridades. Tenemos mucho cuidado en cumplir con los estrictos procedimientos de seguridad alimentaria”, refirió el texto.
La compañía está trabajando con su proveedor para solucionar el problema, eliminar el alérgeno y asegurarse de que la confusión no vuelva a ocurrir.