Casi 200 empleados de la prisión estatal de Georgia han sido arrestados por delitos relacionados con el mal desempeño laboral desde principios del 2020.
Un grupo de 69 fue privado de libertad con cargos vinculados al tráfico de drogas. Informes señalan que ingresaban diferentes tipos de estupefacientes a los reclusorios para vendérselas a los presos.
Otros arrestos ocurrieron por agresión y violencia contra los encarcelados. Asimismo, hay otros empleados relacionados con abusos sexuales.
Todos los involucrados serán presentado ante tribunales.