Las víctimas del conflicto colombiano electas por las circunscripciones especiales de paz acordaron unirse en una sola bancada para la siguiente legislatura y así ser la cuarta fuerza política de la Cámara de Representantes y poder presionar al próximo presidente para que gobierne por la paz.
Las dieciséis víctimas que fueron elegidas por primera vez en la historia del país el pasado 13 de marzo por los denominados “curules de paz” decidieron constituirse como una sola voz en el Congreso “con el firme compromiso y convicción de defender el acuerdo de paz y los derechos de las víctimas”, como afirmó al leer el acuerdo firmado hoy el representante por el Catatumbo, Diógenes Quintero.
Muchas de las zonas donde fueron elegidas siguen estando en manos de grupos armados y la implementación de la paz aún está muy lejos de ser una realidad. En el selvático departamento del Chocó, según expuso James Mosquera, el representante elegido por esta circunscripción, la situación es dramática.
En Quibdó, la capital de este departamento de la costa pacífica, “en lo que va corrido en este año van 120 jóvenes asesinados y lo peor es que están siendo asesinados por los mismos jóvenes que de pronto no han tenido posibilidades en sus territorios”, denunció el representante.
“Necesitamos que en este país podamos vivir en paz”, aseguró Mosquera, quien dijo que su función en la Cámara de Representantes será la de exigir “al nuevo Gobierno la implementación del acuerdo de paz porque esa es la columna vertebral para que nosotros los colombianos podamos disfrutar la tranquilidad en nuestros territorios y podamos vivir sabroso”.
Los nuevos miembros del Congreso comenzarán su periodo legislativo el próximo 20 de julio y las elecciones presidenciales serán el 29 de mayo, con segunda vuelta el 19 de junio, en caso de que ningún candidato obtenga la mitad más uno de los votos. El nuevo presidente asumirá el 7 de agosto.