El régimen de Caracas y el nuevo gobierno en Bogotá comenzaron la cuenta regresiva para el restablecimiento de las actividades entre ambas naciones, que tendrá lugar el próximo 26 de septiembre.
Venezuela y Colombia reabrirán sus fronteras terrestres y retomarán los vuelos comerciales, suspendidos desde hace cinco años, una decisión enmarcada en el restablecimiento de las relaciones bilaterales, interrumpidas en 2019. El 26 de septiembre “daremos apertura conjunta a las fronteras entre Venezuela y Colombia. Además, reanudaremos los vuelos entre Caracas-Bogotá y Valencia-Bogotá”, indicó el dictador venezolano Nicolás Maduro en Twitter.
“El próximo 26 de septiembre daremos apertura a la frontera entre Colombia y Venezuela. Como primer paso, se reanudará la conexión aérea y el transporte de carga entre nuestros países. Confirmamos el compromiso del Gobierno por restablecer las relaciones de hermandad”, tuiteó por su parte Petro. Ambos países retomaron relaciones formalmente el lunes 29 de agosto con la llegada a Caracas del embajador colombiano Armando Benedetti, así como el arribo a Bogotá del embajador venezolano Felix Plasencia.
La aerolínea Avianca, que cubría más del 50% de los vuelos Caracas-Bogotá, suspendió operaciones hacia y desde Venezuela en julio de 2017 alegando que lo hacía para “preservar la seguridad” ante “limitaciones operativas”. Ello agravó el éxodo de líneas aéreas internacionales desde Caracas, que comenzó en 2014, cuando los precios del petróleo -fuente del 96% de divisas del país entonces- empezaron a derrumbarse, ocasionando la acumulación de deudas por 3.800 millones de dólares con las aerolíneas, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Esta merma en la oferta incrementó exponencialmente los costos de los pasajes en las pocas aerolíneas disponibles. Venezuela rompió relaciones con Colombia en 2019 como respuesta al respaldo de la administración del ex presidente Iván Duque al líder opositor venezolano Juan Guaidó. Con la normalización de relaciones, Caracas y Bogotá esperan reimpulsar el intercambio comercial, que rozó los 7.200 millones de dólares en 2008, pero se vino a pique con el cierre de la frontera.