Un sistema de monitoreo satelital, el primero en su tipo que se establece en Panamá, vigilará el área protegida de la Cordillera de Coiba, de casi 68.000 kilómetros cuadrados (km2), dos tercios de los cuales están vedados a la explotación pesquera.
“Panamá es uno de los primeros países en la región que va a implementar eso (del monitoreo satelital), es decir, que estos casi 68.000 km2 no van a ser un área protegida de papel”, dijo a EFE el científico senior del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés), Héctor Guzmán.
Guzmán lideró el equipo multidisciplinario que diseñó la ampliación del área protegida de la Cordillera de Coiba, que en junio de 2021 pasó de los originales 17.223,52 km2 a 67.908,98 km2, así como su Plan de Manejo, que contempla seis programas, uno de ellos de control y vigilancia.
El Smithsonian precisó que el consorcio Blue Nature Alliance ayudó a conseguir los fondos adicionales necesarios para establecer el “sistema de monitoreo satelital de la flota pesquera”, que va a permitir “erradicar la pesca ilegal y controlar la legal”.