La masacre de El Calabozo, en la que el Ejército de El Salvador asesinó en 1982 a más de 200 personas civiles en el marco del conflicto armado interno (1980-1992), cumplió este lunes 40 años de haberse perpetrado sin que los familiares de las víctimas y sobrevivientes tengan justicia y conozcan la verdad de los hechos.
Esta masacre, ocurrida en el lugar conocido como El Calabozo y ubicado en el cantón Amatitán Abajo en el municipio de San Esteban Catarina, a 70 kilómetros de San Salvador, fue ejecutada el mismo año en que las Fuerzas Armadas perpetraron la matanza de cientos de civiles y la desaparición forzada de más de 150 niños en la llamada “guinda (escape o carrera) de mayo”.
La matanza de 1.000 campesinos en la remota localidad de El Mozote y la masacre La Quesera, en la fuerzas estatales masacraron a más de 500 civiles, fueron perpetradas en 1981 y también cumplieron 40 años sin justicia.
Según el Informe de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas de 1993, el 7 de agosto de 1982 el Batallón Atlacatl comenzó un “vasto operativo militar antiguerrillero” con unos 6.000 hombres que terminó el 22 de agosto de ese año con la masacre de El Calabozo.
De acuerdo con expertos, la intervención militar en esta zona del país fue mayor a la realizada durante la masacre de El Mozote.