El vertido, ocasionado el 15 de enero, ha afectado a 21 playas peruanas y causado la muerte de diversas especies marinas, además de haber perjudicado seriamente a los pescadores de la zona.
La empresa transnacional Repsol, responsable del derrame de casi 12.000 barriles de petróleo crudo en el mar de Ventanilla, en Perú, anunció que ha iniciado la “etapa final” de limpieza en la zona afectada.
Mediante un comunicado, la firma española detalló que ha comenzado a retirar equipos, como “embarcaciones, maquinaria pesada y barreras de contención en zonas donde ya no son necesarias”.
No obstante, aclaró que “tras un proceso de limpieza controlada, se mantendrán como reserva en caso de que la situación lo requiriese”.
“Esta semana estamos entrando en la etapa final de limpieza de playas”, indicó el gerente de Seguridad, Calidad y Medio Ambiente de Repsol en Perú, José Reyes.
La empresa española informó que en los últimos días se han instalado “más de 1.600 metros de pompones absorbentes en peñas, acantilados y cerca de la orilla”. Y añadió que “el objetivo es evitar que tanto la marea como el viento ensucien nuevamente la arena ya limpia”.