El arquitecto Miguel Romero juró su cargo como alcalde de Lima para completar el periodo que inició el destituido Jorge Muñoz con el compromiso de mejorar la “ineficiente administración” territorial mediante una mayor integración de los barrios de la capital peruana, donde vive un tercio de la población del país.
“Vamos a integrarnos porque este es un mandato no de nosotros, este es un mandato del pueblo”, sostuvo Romero en su primer discurso como alcalde de Lima, luego de recibir la medalla de burgomaestre capitalino en un acto celebrado en el Palacio Municipal.
Romero, quien se desempeñó como teniente alcalde (vicealcalde) durante la gestión de Muñoz, insistió en que su breve Gobierno (irá hasta el 31 de diciembre próximo) buscará integrar las “cinco Limas” a fin de mejorar la administración territorial, actualmente “atomizada y deficiente”.
“Cuarenta y dos distritos, cada uno tiene un pequeño espacio de gestión, unos muy grandes, otros muy pequeños. Este desbalance hace que nosotros tengamos que ver cómo podemos integrarlo para tener una eficiente administración territorial que nos permita poner redes de agua, desagüe, podamos hacer vías integradas, etc”, declaró.