El izquierdista Pedro Castillo cumple este lunes ocho meses como presidente de Perú, pero, justo en este aniversario, el Congreso, de mayoría opositora, decidirá mediante una moción de vacancia (destitución) si lo sigue siendo, pues le acusan de una supuesta “incapacidad moral permanente”.
El pasado 8 de marzo, el congresista del ultraderechista Renovación Popular Jorge Montoya impulsó junto con otros partidos este pedido de destitución contra el presidente.
Entre los argumentos que esgrimen están la designación de, al menos, diez ministros, la existencia de un supuesto “gabinete en la sombra” o su presunta intención de someter a consulta popular una salida al mar para Bolivia.
Otros puntos de la iniciativa son las presuntas “contradicciones y mentiras del presidente en investigaciones fiscales”, así como las supuestas irregularidades en ascensos militares y policiales.
Castillo acudirá al Congreso este lunes junto con su abogado para defenderse de los cargos que sustentan el pedido, el segundo intento de destitución contra el presidente en lo que va de su mandato.
En el primero, celebrado a fines del año pasado, la oposición no alcanzó los votos necesarios para su debate.
La eventual destitución del mandatario requerirá el voto favorable de dos tercios del hemiciclo, lo que suponen 87 de los 130 miembros del Legislativo, una circunstancia que, por ahora, parece poco probable según las posturas que han manifestado las bancadas.