El vertido de unos 6.000 barriles de crudo se ha extendido por unos 18.000 metros cuadrados. La Fiscalía peruana ya abrió una investigación.
El presidente de Perú, Pedro Castillo, sobrevoló la zona afectada por el derrame de crudo en una refinería operada por la española Repsol, mientras la compañía niega responsabilidades y las autoridades le exigen responder por lo ocurrido.
“El sector Ambiente coordina acciones multisectoriales para atender y mitigar los daños ambientales en el litoral peruano, así como las acciones civiles indemnizatorias contra los responsables”, destacó el mandatario en Twitter, donde adjuntó unas fotos en las que aparece observando el desastre desde un helicóptero.
La erupción volcánica submarina cerca del archipiélago de Tonga provocó que el pasado sábado altas mareas alterasen el proceso de descarga de crudo del buque Mare Dorium –de bandera italiana– a la refinería La Pampilla, operada por Repsol.
Según explicó la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, “se han dictado medidas de manera urgente” para que Repsol asuma las acciones correspondientes.