La sesión estuvo marcada por ofensas entre diputados de Libre y del Partido Nacional, la ponderación de Luis Redondo como presidente del Congreso y el regreso de los 17 diputados disidentes al partido oficialista Libre.
El Parlamento de Honduras, compuesto por 128 diputados, normalizó sus sesiones ordinarias luego de superar una crisis derivada de tener dos juntas directivas, por una polémica surgida entre diputados del gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda).
A la sesión asistieron los diputados de los seis partidos que integran el legislativo, incluidos los 44 del saliente y conservador Partido Nacional, que fueron parte de la crisis debido a que, al elegir a la junta directiva provisional del Parlamento, el 21 de enero, lo hicieron contra Luis Redondo, a quien apoya la nueva presidenta hondureña, Xiomara Castro.
Los diputados del Partido Nacional apoyaron a una veintena de los 50 que obtuvo Libre en las elecciones generales del 28 de noviembre pasado, para que el presidente del Parlamento fuera Jorge Cálix, lo que desembocó en una nueva crisis política en Honduras.
Luego de un acuerdo con el coordinador general de Libre, el expresidente hondureño y esposo de Xiomara Castro, Manuel Zelaya, la veintena de diputados disidentes que habían surgido en el partido de Gobierno decidió no continuar con la junta directiva que encabezaba Jorge Cálix y se incorporaron a la sesión como oficialistas.