El expresidente brasileño y candidato presidencial Luiz Inácio Lula da Silva y sus principales aliados comenzaron a hilvanar la estrategia con la que pretenden derrotar el “autoritarismo”, las “fake news” y la “violencia” del presidente Jair Bolsonaro de los comicios de octubre.
Lula y el liberal Geraldo Alckmin se sentaron por primera vez en la mesa con los representantes de los siete partidos que integran la coalición progresista que concurrirá a las elecciones, apretando el acelerador de una campaña que comienza a tomar forma cuando faltan menos de cinco meses para las elecciones.
“Lula destacó que es la primera vez que se sienta con el conjunto de partidos que representan ese campo progresista, democrático, de izquierda y de la centro-izquierda”, resaltó la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, durante una rueda de prensa tras la primera gran reunión de campaña de Lula, quien lidera las encuestas de intención de voto.
Hoffman resaltó así el simbolismo de un encuentro que tiene lugar tras las críticas vertidas en bastidores por algunos aliados contra Lula debido a su afán de centralizar las decisiones de campaña, sin tener en cuenta al resto de partidos que integran la coalición.
La presidenta del PT recalcó que los representantes de los siete partidos proseguirán con reuniones a lo largo del día para definir algunas las líneas maestras de la campaña, como el futuro plan de Gobierno.
También serán abordados otros temas como la estrategia de comunicación, la construcción de agendas, la movilización y la financiación de campaña.