Después de meses de escasez, el combustible volvió este sábado a las gasolineras de Haití para alivio de los conductores, pero con precios más altos, tal como habían anunciado en su momento las autoridades.
La subida de los precios es la principal queja de quienes, a bordo de sus automóviles o motos, hacen fila para poder adquirir carburante. Esperan pacientemente, sin discusiones, enfrentamientos o empujones a que les llegue el turno para llenar el depósito, algo impensable desde hace meses en un Haití sumido en la violencia y en una aguda crisis social, política y económica.
Como anunció en septiembre pasado el primer ministro haitiano, Ariel Henry, lo que provocó masivas y violentas protestas antigubernamentales, ahora el galón de gasolina cuesta 570 gourdes (4,13 dólares), 670 el de gasóleo (4,85 dólares) y 665 gourdes parafina (4,82 dólares).