El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, sufrió un serio revés al quedarse sin su Ley de Inversiones, una herramienta clave de su Gobierno que buscaba revitalizar la economía del país y que fue archivada por la oposición al votar contra ella en la Asamblea Nacional.
Con esta iniciativa legislativa, Lasso esperaba atraer para el país hasta 30.000 millones de dólares (unos 27.194,1 millones de euros) en inversiones y con ello generar dos millones de puestos de trabajo, bajo una apuesta por impulsar las Asociaciones Públicas-Privadas (APP) para ejecutar diferentes proyectos estratégicos.
Antes del decisivo debate en el pleno de la Asamblea, el Ejecutivo había justificado su propuesta bajo la premisa de que la ley permitía generar empleo con las inversiones esperadas en sectores como el petrolero, minero, energético, de telecomunicaciones y de infraestructuras.
El propio presidente Lasso tuvo una importante participación en el debate público sobre el proyecto legal, al que había calificado como una oportunidad para echar a andar al país por la senda del desarrollo.