El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva enfatizó en Río de Janeiro en la necesidad de acabar con la violencia en el país, en un acto al aire libre en el que fueron lanzados dos explosivos de baja intensidad que intentaron sabotear el evento.
Dos bombas caseras fueron arrojadas al público minutos antes de que el líder progresista llegara al escenario, montado en la tradicional plaza de Cinelandia, en el centro de la ciudad. No se registraron heridos y una persona fue detenida por los hechos.
El exlíder sindical, favorito para ganar las elecciones presidenciales de octubre, realizó su primer acto en plaza pública desde que lanzó su candidatura a la presidencia por el Partido de los Trabajadores (PT), en medio de estrictas medidas de seguridad.
Esperado desde antes que cayera la tarde, Lula llegó poco después de las 19.00 hora local (22.00 GMT) acompañado por su compañero de fórmula y antiguo rival, Geraldo Alckmin, y por el precandidato a la Gobernación de Río Marcelo Freixo.
Con una guayabera blanca que ocultaba el chaleco antibalas que portaba, el exmandatario, recibido entre ovaciones por sus seguidores, no mencionó el incidente ocurrido en la plaza de Cinelandia, una de las más tradicionales de la ciudad y donde se levanta la Asamblea Legislativa de Río.
No obstante, en su discurso enfatizó la necesidad de acabar con la violencia en Brasil y especialmente la que se viene dando en los últimos años en Río.