La inmigración, un tema que pasará de puntillas en la IX Cumbre de las Américas, centró las protestas convocadas en las calles de Los Ángeles al tiempo que los líderes del continente se reunieron para inaugurar el foro político.
Sin desentonar con la tónica de esta cumbre, la mayoría de protestas quedaron deslucidas, con poca afluencia de personas y alejadas del Centro de Convenciones por el fuerte dispositivo de seguridad desplegado ante la llegada del presidente estadounidense, Joe Biden, y sus homólogos de la región.
Además de las reclamaciones por concretar una regulación migratoria, tanto para los solicitantes de asilo como para aquellos que llevan décadas en EE.UU. con permisos temporales, también se escucharon consignas que criticaban la reunión Biden-Bolsonaro y protestaban por la ausencia de los mandatarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Esta amalgama de movilizaciones, repartidas por la calles del centro de Los Ángeles, integró lo que diferentes grupos de colectivos y activistas han denominado Cumbre del Pueblo para dar cabida a los temas que consideran que no han recibido la atención que merecen en la agenda oficial.
“Es muy desafortunado que la inmigración no se esté discutiendo al más alto nivel, no tienen liderazgo”, denunció a Efe Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA, por sus siglas en inglés); una de las organizaciones convocantes de las protestas.