“Tenemos experiencias en Sudamérica que no salieron muy bien” y “Venezuela es un buen ejemplo de eso”, dijo Bolsonaro, quien apuntó que desea “una región libre, con libertad de expresión” y en la que exista “una buena relación” con aquellos países “democráticos”.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, minimizó sus diferencias ideológicas con su homólogo peruano, Pedro Castillo, poco antes de recibirlo en la ciudad amazónica de Porto Velho para discutir asuntos fronterizos.
“Será una reunión con el espíritu de las buenas relaciones que debemos tener con todos los países del mundo”, declaró Bolsonaro a los periodistas poco antes de la llegada de Castillo al Palacio Río Madeira, sede de la gobernación del estado de Rondonia y donde será celebrado el encuentro.
Bolsonaro, el mayor referente de la ultraderecha regional, evitó profundizar en sus diferencias ideológicas con Castillo, líder de la izquierda peruana que llegó al poder a mediados del año pasado y se sumó a la corriente progresista que retoma fuerza en América Latina.