A finales de diciembre, grupos de ciudadanos y miembros de bandas armadas de Gonaïves, la tercera ciudad más grande de Haití, manifestaron violentamente su oposición al arribo del mandatario.
El primer ministro de Haití, Ariel Henry, denunció, en una entrevista una tentativa de homicidio en su contra cometido durante las celebraciones de la fiesta nacional organizadas en la ciudad de Gonaïves.
“Han intentado algo contra mí, personalmente”, manifestó el jefe de gobierno haitiano, quien dirige la nación desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse por un comando armado el 7 de julio.
“Mi vida está en el punto de mira de la gente”, agregó.
Enfrentamientos entre la policía y grupos armados estallaron el sábado durante la celebración de la fiesta nacional en Gonaïves, a 150 km al norte de la capital, Puerto Príncipe.
Bajo ráfagas de disparos, Henry y los funcionarios y agentes presentes se vieron forzados a abandonar precipitadamente la ciudad donde se firmó la declaración de independencia de Haití, el 1º de enero de 1804.