Durante la semana pasada se realizaron diversas manifestaciones en Puerto Príncipe exigiendo la renuncia del primer ministro. Las protestas se vieron motivadas por el rechazo al aumento del precio de los combustibles, en los últimos tres meses la ciudad ha sufrido una escasez de agua y combustible.
En varios mercados y supermercados se vieron largas colas de gente tratando de abastecerse de agua potable. La noche del viernes, la Policía Nacional retiró las barricadas puestas por los manifestantes en varios puntos de la ciudad. Barricadas, piedras, postes eléctricos rotos, llantas quemadas, botellas y hierros forjados ocuparon varias calles de la ciudad.
Miles de manifestantes tomaron las calles de la capital de Haití y ciudades de provincia como Gonaïves, Les Cayes, Jérémie y St-Marc. El pedido de renuncia de Ariel Henry ha ocasionado la paralización del comercia, de oficinas, empresas y bancos.
La noche del domingo 11, Henry anunció un nuevo aumento del precio de los combustibles. El descontento de la población se pudo ver horas después a primeras horas del lunes. Varias oficinas de instituciones no gubernamentales y centros de enseñanza fueron saqueadas por los manifestantes.
Este sábado, el presidente del Senado, Joseph Lambert, aseguró que han escuchado los “gritos del pueblo”, admitiendo que es un situación crítica y denunciando los hechos de violencia. Lambert ha planteado un espacio de 15 días para que los actores políticos y sociales alcancen u acuerdo para resolver la situación.