Los cuerpos hallados la víspera en un remota región de la Amazonía donde desaparecieron el periodista británico Dom Phillips y el indigenista brasileño Bruno Araújo, cuyo asesinato fue confesado por un pescador furtivo, llegaron a Brasilia, donde serán sometidos a pericia para confirmar su identidad.
Las autoridades brasileñas localizaron la víspera los restos humanos 3 kilómetros selva adentro en el Valle do Javari, once días después de la desaparición de Phillips, colaborador de The Guardian, y Araújo.
Los cuerpos fueron hallados en una recóndita región de selva tras ser guiados por uno de los dos hermanos detenidos en relación a la desaparición y quien confesó haber asesinado a ambos con un arma de fuego tras ser visto practicando pesca ilegal.
La Policía confirmó que investiga la participación de otras personas en relación con el asesinato, una tragedia que ha expuesto las diversas amenazas que sufre la Amazonía y en particular la reserva indígena del Valle del Javarí, en la frontera de Brasil con Perú y Colombia y que alberga el mayor número de nativos no contactados del mundo.
Esta región amazónica se ha convertido en una suerte de tierra sin ley, donde la ausencia del Estado ha abierto la puerta a la creciente presencia del narcotráfico, la pesca y la caza furtiva, los piratas y la minería ilegal.
Según investigaciones, la pesca ilegal del pirarucú y de la piracatinga estarían sirviendo para blanquear el dinero del tráfico.