La oposición brasileña presentó este miércoles una denuncia ante la Corte Suprema para que el máximo tribunal investigue las denuncias según las cuales el presidente Jair Bolsonaro y sus familiares pagaron con dinero en efectivo por al menos 51 inmuebles adquiridos entre 1990 y 2022.
La denuncia ante el Supremo Tribunal Federal (STF) fue presentada por el senador Randolfe Rodrigues, dirigente del partido izquierdista Rede Solidaridade y portavoz en Senado de la oposición al Gobierno del líder ultraderechista.
Rodrigues, que se ha destacado en los últimos años por su activa participación en comisiones parlamentarias que han investigado irregularidades en el Gobierno, solicitó que la Corte Suprema convoque para interrogatorio al senador Flavio Bolsonaro, al diputado Eduardo Bolsonaro y al concejal de Río de Janeiro Carlos Bolsonaro, los tres hijos del presidente con mandato legislativo.
El diputado, uno de los coordinadores de campaña del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito a vencer las elecciones presidenciales del 2 de octubre, igualmente solicitó que el Supremo ordene la incautación de los computadores y de los celulares de los familiares de Bolsonaro para buscar posibles pruebas de las que considera transacciones inmobiliarias sospechosas.
¿Por qué se quiere investigar a la familia Bolsonaro?
Rodrigues basó su denuncia en un reportaje publicado el martes por el portal de noticias UOL, que la Presidencia se ha negado a comentar hasta ahora, que analizó 107 transacciones inmobiliarias realizadas por Bolsonaro, sus hijos, sus exesposas y sus hermanos desde 1990.
De acuerdo con el reportaje, en la compra de 51 de los inmuebles fueron usados 13,5 millones de reales (unos 2,7 millones de dólares) en dinero en efectivo, que en valores actualizados llegarían a 26,6 millones de reales (unos 5,1 millones de dólares).