Manifestantes y seguidores del presidente Jair Bolsonaro causaron graven disturbios en el centro de Brasilia, para protestar por el arresto de un instigador de actos a favor de un golpe de Estado.
Los bolsonaristas trataron de acceder por la fuerza a un edificio administrativo de la Policía Federal, en el centro de Brasilia, pero fueron rechazados por las fuerzas de seguridad.
Los disturbios se extendieron por un sector de hoteles vecino a la sede policial, en la zona donde se ubica el hotel donde se hospeda el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumirá el poder el 1 de enero.
La Policía montó un dispositivo de seguridad especial en torno al hotel e incluso desplazó un helicóptero al edificio, pero el presidente electo finalmente no fue evacuado.
Tras controlar la situación en las calles, el futuro ministro de Justicia en el gabinete de Lula, Flávio Dino, garantizó que Lula está “seguro” y “en ningún momento” estuvo expuesto “a algún riesgo”.