Hasta ahora, unas 700 personas desplazadas fueron trasladas a refugios improvisados, la gran mayoría en escuelas públicas.
Rescatistas y voluntarios continúan buscando desesperadamente a los desaparecidos bajo la lama causada por las lluvias torrenciales que ya dejaron un saldo de al menos 110 muertos en la ciudad brasileña de Petrópolis, mientras el tiempo se agota y hay riesgo de nuevos deslizamientos y precipitaciones.
Los vecinos seguían rebuscando entre el lodo a los desaparecidos por los ríos correntosos que arrastraron todo al pasar y dejaron un reguero de destrucción en esa antigua ciudad imperial en una zona serrana al norte de Rio de Janeiro que registra sus peores lluvias en 90 años.
Según las autoridades, unos 500 bomberos, con la ayuda de cientos de voluntarios, perros, máquinas excavadoras, camiones, botes y una decena de aeronaves se emplean en las tareas de rescate.
Otros que perdieron a sus familiares en los casi 300 deslizamientos permanecían sentados delante de sus casas con la mirada perdida entre tanta destrucción.