El país altiplánico inició los actos conmemorativos por los 143 años de pérdida de su litoral con el traslado de los restos del prócer Eduardo Abaroa a una plaza del mismo nombre en La Paz y ratificando su “compromiso” por recobrar un acceso soberano al mar.
El mandatario boliviano, Luis Arce, encabezó un gran desfile que atravesó el centro de la ciudad, en el que también participaron el vicepresidente David Choquehuanca y los presidentes del Senado, Adrónico Rodríguez, y de la Cámara de Diputados, Freddy Mamami Laura, junto a otros funcionarios del Gobierno.
El recorrido inició después de que la urna con los restos de Abaroa fueron retirados de la Basílica de San Francisco, para montarla sobre una especie de carruaje conectado a un vehículo militar antiguo seguida por una marcha de funcionarios del Gobierno y un desfile castrense.
Delante del coche militar, una banda del Regimiento Colorados de Bolivia, una división de las Fuerzas Armadas que es simbólica por su presencia en la Guerra del Pacífico de finales del siglo XIX, abrió paso a la caravana mientras entonaba himnos que reivindican el centenario reclamo por el retorno al mar.