El gobierno de Argentina sigue reforzando su seguridad ante el peligro de otro posible ataque contra una figura del gobierno. Este lunes, la Casa Rosada permaneció aún vallada en su perímetro, junto con una cantidad de policía superior a la habitual. La seguridad del Presidente y de los demás integrantes del Gabinete mantiene las alertas encendidas.
El ataque contra la expresidenta y actual vicepresidenta Cristina Fernández el jueves pasado en la noche ha levantado las alertas. Casi toda la mañana el presidente se mantuvo en la residencia de Olivos, desde ahí se comunicó varias veces con ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, para hablar sobre la investigación en curso.
Por motivos de seguridad la agenda del mandatario permanece como un secreto. Bajo la misma premisa, Alberto Fernández decidió suspender su acto en la Universidad de La Matanza. No obstante, sí asistió a su despacho de Balcarce 50 donde se reunión con el secretario presidencial y amigo personal Julio Vitobello.
Se ha informado por ahora que la situación de las rejas alrededor de la residencia presidencial es temporal. La Policía Federal habría dispuesto esta medida por un grupo de casi 150 personas que reclaman por recortes presupuestarios para para las personas con discapacidad.