La nave esta retenida en Ezeiza desde el 8 de junio, el Departamento de Justicia de Estados Unidos emitió la solicitud de incautación. La orden judicial fue emitida el 19 de julio por la Corte del distrito de Columbia debido a la violación de leyes de control de exportaciones locales.
El avión era pertenencia de la aerolínea iraní Mahan Air, la cual tiene una prohibición del Departamento de Comercio estadounidense desde el 2008. Esta prohibición se renueva cada año y se refiere a los vínculos de la empresa privada con la transacción de commodities exportados desde Estados Unidos.
La empresa también ha sido relacionada con el grupo terrorista Cuerpo de la Guardia Revolucionaria y a las fuerzas Quds. La nave Boeing 747-300 pasó a manos de Emtrasur, una aerolínea de carga subsidiaria de Conviasa, empresa estatal de Venezuela.
Por este motivo, el gobierno de Joe Biden argumenta que la nave violó la prohibición cuando pasó el control de Emtrasur sin autorización en octubre del 2021. Además, el caso se agravó cuando la empresa subsidiaria permitió que nave volará desde Caracas a Teherán y Moscú entre febrero y mayo de este año.
Otro de los argumentos se basa en las investigaciones realizadas por Argentina sobre los tripulantes de la nave. El reporte indicó que el piloto es un ex comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán y miembro del directorio de la aerolínea iraní Fars Air Qeshm. La tripulación estaba compuesta por 5 iraníes y 14 venezolanos.
El juez federal argentino, Federico Villena, solicitó mantener vigente la prohibición de salida del país para 7 de los tripulantes. Entre ellos el piloto Gholamreza Ghasemi, el copiloto Abdolbaset Mohammadi y los tres venezolanos: Víctor Pérez Gómez (gerente general de Operaciones), Mario Arraga Urdaneta, y el mecánico José Garcia Contreras.