La justicia de Argentina confirmó que dos de los cinco bebés fallecidos en un hospital público fueron asesinados de forma intencional. Según la investigación a los bebés se les habría inyectado potasio a propósito. Todo apunta a la responsabilidad de una enfermera del Hospital Materno Neonatal de la provincia de Córdoba.
Brenda Agüero, de 27 años, se encuentra detenida por ser la principal sospechosa de la muerte de hasta 13 bebés sanos. Los infantes tampoco presentaban alguna patología que complicara su salud, tampoco sus madres. Los bebés fallecieron bajo extrañas circunstancia entre marzo y julio de este año.
El fiscal Raúl Garzón solicitó la realización de la autopsia a dos de los bebés para esclarecer los motivos y dar respuesta a las familias. El reporte médico indicaría que los bebés fallecieron por un “hiperpotasemia por exceso de potasio” que se les habría suministrado de manera intencional y sin justificación.
Una de las principal pistas de la investigación es que los neonato tenías cuatro marcas de inyecciones, cuando solo se requieren tres por las vacunas obligatorias. Este cuarto pinchazo habría sido por donde se inyectó el potasio. La enfermera ya está imputada por “homicidio calificado reiterado por procedimiento insidioso”.