Borna Coric firma un nuevo golpe para convertirse en el campeón del Masters 1000 de Cincinnati, luego de derrotar al griego Stefanos Tsitsipas en sets corridos (7-6(0), 6-2).
El croata conquista así su tercer título ATP y logra su regreso al Top 50 del ranking, subiendo más de 100 puestos en la semana.
Una gran final para este certamen de Cincinnati, entre dos jugadores que lo hicieron realmente bien a lo largo de la semana. Stefanos Tsitsipas llegaba como el favorito por su categoría, con unas primeras rondas cómodas ante Krajinovic y Schwartzman, y luego superando a rivales complicados como Isner y Medvedev. El griego quería levantar su tercer título de Masters 1000, y el primero en pistas duras.
Por su lado, Borna Coric venía como la revelación total de la semana, no por dudar de su nivel sino por lo lejos que parecía de este nivel luego de tantos parones por lesión. El croata, ingresado al cuadro con ranking protegido, consiguió esta semana el mejor triunfo de su carrera ante Nadal, pero no quedó solo en eso.
Luego de vencer a Rafa, también se cargó de forma consecutiva a Bautista, a Auger-Aliassime y a Norrie para acceder a esta final. Coric ya tenía una final de este nivel en su haber (Shanghai 2018), y no llegaba a una final ATP desde octubre 2020.
Entre ambos, dos antecedentes como profesionales, con el historial empatado 1-1. El primero tuvo un abandono del croata en Roma 2018, mientras que el último y el más importante, fue para Coric en la tercera ronda del US Open 2020, en esa ocasión, Borna ganó en cinco sets uno de los mejores partidos del año.
Mejor inicio de partido para Tsitsipas, que comenzaba quebrándole el servicio a un Coric algo más apurado de lo normal, abrumado por la importancia de esta instancia. Poco a poco Borna se fue soltando en su tenis, tratando de hacerle jugar puntos largos al heleno, sin cometer ya tantos errores.
En esa tendencia ascendente, el croata recuperó la igualdad para no dejar escapar a su rival, quedando 3-4. En ese octavo juego, Coric necesitó salvar otras tres bolas de break, demostrando que iba a dar batalla. Todo seguía su rumbo igualado, sabiendo que una simple desconcentración significaba darle la ventaja clave al otro. Esta historia necesitaba un tiebreak para definirse, y allí, Borna fue superior desde el comienzo y se lo llevó por 7-0.
Otra vez Tsitsipas salía presionando, y ahora generaba tres chances de break en el primer juego del segundo set. Un Coric fortalecido tras ganar el primer parcial, no solo salvó esas oportunidades sino que después empezó a jugar más suelto desde la devolución también, priorizando la profundidad de los tiros por sobre la potencia.
Gran nivel de tenis de ambos, sin que cometieran casi errores. El croata sacaba un nivelazo para concretar un quiebre que sería fundamental, y colocarse 5-2 arriba. Finalmente, Coric sentenció la historia con un contundente 6-2 definitorio.