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Los Knicks abren el hueco salarial definitivo para ir a por Brunson. La oferta está preparada. Se aleja de Luka Doncic y Dallas Mavericks.
Movimiento estratégico en los Knicks para preparar otro más grande. El mercado de agentes libres se abre en pocas horas y los neoyorquinos tienen en mente uno en particular: Jalen Brunson.
El escolta de los Mavericks es uno de los que verá mejoradas notablemente sus pretensiones económicas con lo que le llegue a partir de este 30 de junio, pero la pugna parece quedarse entre dos equipos y son los Knicks los que llevan la delantera. Para ir comiendo terreno a los demás han tenido que realizar algunas acciones y ahora se encuentra en una posición muy favorecida.
El traspaso que han realizado en la noche de este martes ha sido el punto clave. Los Knicks han traspasado a dos jugadores, Alec Burks y Nerlens Noel, a unos Pistons que, en principio, les acogerán en la plantilla para sumar veteranía a una plantilla en constante renovación y a la que años de experiencia irán bien.
Burks y Noel acaban contrato en 2024 pero los Pistons deberán decidir en 2023 si activan las respectivas opciones de renovación. Con ese traspaso los de Nueva York se libran de 19 millones de salario para la próxima campaña, un hueco que necesitaban para fichar a Brunson, y llegan a un total de 29 para acometer otras operaciones.
Según Chris Haynes (Yahoo), la oferta ya está preparada. Los Knicks irán a por Jalen con un acuerdo de 110 millones de dólares por 4 años.
Hay varias claves importantes en este movimiento, que se espera que quede confirmado nada más abrirse el periodo de mercado. La importante, el dinero, tiene una diferencia importante entre ambos equipos que decanta la balanza: la oferta de los Mavericks será parecida a la mejora que firmó VanVleet con Toronto, de unos 21 millones de media, cuando en los Knicks se llevará más de 27 por curso.
También cuenta cómo se ha preparado el terreno para Jalen desde Manhattan: el equipo ha firmado este verano a Rick, su padre, como entrenador asistente de Tom Thibodeau, que será el encargado de darle los galones necesarios para que progrese, además de que todas estas operaciones van firmadas por Leon Rose, el que era cabecilla de la agencia CAA y el que llevó a Jalen a la NBA en un primer momento. Las conexiones han terminado haciendo efecto.
El padre, Rick (jugador de la NBA durante ocho años, siendo los Knicks uno de los conjuntos que está en su historial), ya marcaba el camino hace unas semanas en una entrevista en ESPN: “En Dallas está bien acoplado, pero mi hijo no es diferente de los demás al final del día. Tratas de criarle en términos de entendimiento del juego, pero quiere lo que Luka [Doncic] tiene. Ese sentimiento de ‘yo puedo hacer eso también’ está en todos”.
Para Brunson era capital escapar, no sólo por el dinero sino por el estilo de juego que proyecta, de la dependencia que tienen los Mavs con Doncic. Ambos llegaron a la NBA a la vez, en 2018. Jalen era un jugador secundario que se convirtió en imprescindible, aunque siempre aprovechando los momentos de descanso de Luka para destacar.
Con todas las posesiones que absorbe el esloveno quedaban pocas para que un jugador que genera tanto con bote y aporta en penetraciones en las que tiene una buena capacidad de decisión, como es el caso de Brunson, pudiera brillar. La pasada campaña elevó sus medias a 16,3 puntos y 4,8 asistencias y, a sus 25 años de edad, firmará su contrato más importante.
