El francés Sebastién Loeb (Bahrain Raid Xtreme) venció en la segunda etapa del Dakar con 3 minutos y 38 segundos de ventaja sobre el líder de la general en coches, el catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota), colocándose así a 9’6” del tres veces vencedor de la categoría (2011, 2015 y 2019).
El galo fue el primero que rompió el dominio del catarí en los dos primeros días de competición y, tras ser el único capaz de seguirle el ritmo ayer domingo después de que el resto de pilotos se perdieran intentando encontrar el penúltimo punto de control, demostró que sus palabras eran ciertas.
“Podía seguir detrás a buen ritmo de Nasser”, comentó ayer domingo, y este lunes lo corroboró después de que ambos pilotos abrieran pista. Algo habitualmente complicado, pero la etapa no presentaba tantos problemas de navegación y se marcaron de cerca durante los 339 kilómetros de tramo cronometrado (especial).
Un día que fue sin sobresaltos también para los españoles Carlos Sainz y Lucas Cruz. Tras perder dos horas en el fatídico punto de control, este lunes demostraron de nuevo que el innovador Audi híbrido tiene ritmo para pelear.
Fue tercero en cada punto de control, atravesando alguna dificultad en el sexto, y sortearon bien el tráfico tras salir en posiciones más retrasadas de lo habitual para finalizar en dicha posición, a 5 minutos y 52 segundos del ganador Loeb, y escalar posiciones en la general.
Tras el fatídico día para Audi en la jornada de ayer domingo, la marca alemana metió a sus dos otros pilotos entre los diez primeros. El francés Stéphane Peterhansel, quien ya no tiene opciones al romper la suspensión trasera de su coche en la etapa anterior, finalizó cuarto a 7’56” de Loeb, mientras que el sueco Mattias Ekstrom acabó noveno a 13 minutos y 30 segundos del galo.